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N'ASTURIANU. RESERVADO EL DERECHO DE ADMISIÓN

¿ES JUSTO?

Tras mi rutinaria visita a los periódicos digitales españoles a mi llegada al trabajo, he decidido hacerme eco de la noticia del día donde se muestran las cifras del paro a día 31 de Diciembre de 2006. Un total de 2.022.873 parados inscritos. El paro ha descendido en un 3.8% en el último año, de acuerdo, pero la pregunta es: ¿Es suficiente?

¿Es normal que en una sociedad como la nuestra, con un amplio porcentaje de parados, se trate de engañar a todos los que se encuentran contratados bajo una ETT, de forma que nunca lleguen a firmar un contrato digno? ¿Es normal que se te ofrezcan contratos temporales alternos entre la ETT y la empresa, de forma que nunca exista un vínculo real con tu empresa y puedas pasar años trabajando para ellos sin que tengan ninguna responsabilidad sobre ti?

Ante todo esto se plantea aún otra duda. ¿Es posible vivir con un trabajo temporal? La respuesta es NO. Hace poco me enviaron un estudio, que aunque sea un poco grotesco no deja de ser real (Publicado en el País).

“La nómina de mi padre en diciembre de 1979 era de 38.000 pesetas. Él trabajaba como peón en una obra. En ese mismo momento le ofrecieron comprar una casa. Le pedían un total de 500.000 pesetas por ella. Decidió no arriesgar y continuar viviendo en régimen de alquiler, en unas condiciones muy buenas. Se trataba de una casa modesta pero muy bien ubicada, en pleno centro de un pueblo cercano a Barcelona. A los pocos meses mi padre y mi madre compraron un terreno en otro pueblo de la misma provincia y en menos de cinco años de esfuerzo ya habían levantado y pagado una vivienda de 120 m2. Han pasado 27 años. En 2006 y en el mismo pueblo donde viven, un piso modesto de 75 m2 a las afueras no se encuentra por menos de 35 millones de pesetas, y estoy siendo muy generoso.

En el año 1979 el coste de un piso era del orden de 14 mensualidades de un peón de obra:

38.000 pts/mes x 14 meses = 532.000 pts.

El sueldo en 2006 se un universitario recién titulado en ingeniería informática sin experiencia profesional no llega a las 200.000 pts mensuales. En el año 2006 una vivienda modesta cuesta 175 mensualidades (14 anualidades) de un ingeniero informático.

200.000 pts/mes x 175 meses = 35.000.000 pts

Los jóvenes de hoy necesitaríamos cobrar 2.5 millones de pesetas mensuales para estar en igualdad de condiciones con nuestros padres que compraron una vivienda a principios de los años 80:

2.500.000 pts/mes x 175 meses = 35.000.000 pts

Los pisos en el año 2006 deberían costar 2.8 millones de pesetas para que los jóvenes de hoy estemos en igualdad de condiciones con nuestros padres en 1979:

200.000 pts/mes x 14 meses = 2.800.000 pts.

No encuentro adjetivo alguno en el año 2006 para calificar lo que mi padre consideró arriesgado en 1979. Está claro que los pisos no van a pasar a costar de la noche a la mañana 10 veces menos, de 35 a 3 millones. También esta claro que no voy a cobrar 2.5 millones de pesetas mensuales, por muy buen trabajo que encuentre y por muchos estudios que tenga.

Lo primero que se le ocurre a uno es seguir viviendo en casa de sus padres y ahorrar el 100% del sueldo durante los próximos 14 años, para el año 2020 (yo rondaré ya los 40 años de edad) tendré el dinero suficiente para comprar una vivienda al coste de 2006 pero, por supuesto, no al coste de 2020. Evidentemente esta ocurrencia la desecha uno antes de hacer cualquier cálculo.

Aunque un joven bienintencionado consiga ahorrar 2, 4 o 6 millones con mucho esfuerzo en pocos años, a día de hoy nunca podrán evitar lo siguiente:

1.) Pedir un préstamo al banco a 40 o 50 años (si consigues ahorrar 2, 4 o 6 millones puedes reducir el período a 35-45 años pero 5 años no supone prácticamente nada cuando estamos hablando de medio siglo de pago). Te darás cuenta de que no vives en una democracia sino en una dictadura. El dictador no se llama Francisco Franco o Fidel Castro, sino La Caixa, BSCH, Banco de Sabadell o, en general, “la banca”. Ni siquiera tendrás libertad para decir lo que piensas a, por ejemplo, tu jefe, no vaya a ser que cierre el grifo y no puedas pagas al dictador.

2.) La otra solución es pagar un alquiler de por vida. En este caso el dictador se llamará Juan García, José Pérez o Pablo el arrendador. La situación no es distinta a 1.).

Después de esta reflexión ten la delicadeza de no decir a un joven que su problema es que no ahorra, eso fue válido para ti en 1979, incluso era válido para algunos jóvenes en 1999, pero no en 2006, en 2006 sólo consigues cargar con más impotencia, si cabe, al muchacho.

El esfuerzo de nuestros padres, sin duda alguna admirable, no era estéril. Podían obtener una vivienda de propiedad en un periodo de 5 años. El mismo esfuerzo realizado por nosotros, los hijos, solo llega para quizá reducir en 5 años una hipoteca de medio siglo. La vivienda nunca fue un objeto para enriquecerse, sino para vivir. Es de lo poco material que si necesitamos. La ley del libre mercado puede establecer el precio de los televisores de plasma al precio que quiera… yo no los compraré… pero nunca tuvimos que permitir que es misma ley fijara el precio de la vivienda porque todos necesitamos vivir en una y no todos podemos pagarla. Los jóvenes, incluso aquellos que tenemos estudios superiores, no podemos competir.”

 

La realidad es la que hay, nosotros, los jóvenes, con mayor o menor titulación, con mayores o menores ingresos debemos sufrir, ajenos a todo ello, los coletazos de una dictadura en pleno siglo XXI, disfrazada, eso si, de cara a la galería por un manto “democrático”. ¿Hemos podido elegir? Yo puedo decidir si gastarme 2 sueldos en una televisión, pero si quiero una vivienda digna tengo que gastarme al menos 175 sueldos íntegros… Una vergüenza. ¿?Qué hemos hecho mal para merecer esto? Tal vez nacer fue nuestro error.

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